el reflejo macabro

**El Reflejo Macabro** Cuando mi madre se quebró la cadera, mi hermana y yo decidimos cuidarla, turnándonos para que siempre tuviera compañía.

Una noche, me despedí de mi hermana, quien se dirigió a descansar en la planta alta. Yo me fui al cuarto de mi madre, donde estuve un rato asegurándome de que todo estuviera bien.

Después, regresé a la sala donde me había despedido de mi hermana, y la vi frente al espejo del ropero antiguo.

Se estaba mirando fijamente, con su largo cabello negro cayendo en cascada sobre los hombros.

"¿No te ibas a dormir?", le pregunté.

Pero cuando se giró para verme, no era ella.

La mujer frente al espejo se parecía a mi hermana, pero su rostro tenía algo extraño, una rigidez antinatural en la expresión, como si estuviera intentando imitarla.

Tenía los ojos llenos de odio, y su mirada penetrante me dejó paralizada.

Se quedó mirándome fijamente, como si estuviera decidiendo qué hacer.

De repente, una ráfaga de viento frío barrió la habitación, y la cortina que estaba cerca la envolvió, arrastrándola hasta el espejo.

La figura desapareció como un destello, dejando tras de sí solo el suave ondear de la cortina.

Me acerqué al espejo con cautela, sintiendo el miedo subir por mi espalda.

La superficie reflejaba mi rostro pálido y asustado, pero, por un momento, juraría que vi unos ojos brillantes mirándome desde el fondo.

Esa noche, mi hermana regresó de la planta alta. No le conté lo que había visto, pero me confesó que había tenido una pesadilla terrible en la que alguien se había metido en su cuerpo.

Cuando le mencioné el ropero antiguo, se estremeció y me contó que ella también había experimentado cosas extrañas relacionadas con ese espejo.

Según me dijo, la primera vez que lo notó fue cuando sintió que alguien la observaba desde el espejo, como si quisiera intercambiar lugares con ella.

Desde entonces, hemos tapado el espejo con una sábana gruesa, pero cada vez que paso por el ropero, siento que alguien está esperando detrás del vidrio, una figura que no es de este mundo.

Una noche, mientras dormía, escuché un crujido proveniente del pasillo.

Salí de mi habitación y vi que la sábana que cubría el espejo había caído al suelo.

En el reflejo, pude ver sombras moviéndose, figuras retorcidas y espasmódicas que parecían estar atrapadas en una agonía eterna.

Mi hermana apareció detrás de mí, pero algo estaba terriblemente mal.

Su piel estaba pálida y su cabello enmarañado, como si no hubiera dormido en días.

Sin decir una palabra, caminó lentamente hacia el espejo y, con una sonrisa torcida, levantó una mano hacia el cristal.

Al tocarlo, un líquido oscuro y viscoso comenzó a salir del espejo, goteando al suelo.

El olor era nauseabundo, como carne podrida.

La figura en el espejo comenzó a tomar forma, una versión grotesca de mi hermana, con los ojos hundidos y una sonrisa que se extendía demasiado, revelando dientes afilados y ensangrentados.

Mi hermana cayó de rodillas, y al mismo tiempo, la figura en el espejo empezó a salir, estirando una mano huesuda y sangrienta hacia mí.

Grité y corrí hacia mi madre, despertándola con mi desesperación.

Cuando volvimos, el espejo estaba cubierto de nuevo, y mi hermana estaba inconsciente en el suelo.

La levantamos y la llevamos a su habitación, pero desde esa noche, su salud ha empeorado.

Sus ojos están siempre vidriosos, y parece estar perdiendo poco a poco su humanidad.

Hemos intentado deshacernos del espejo, pero siempre reaparece, como si estuviera ligado a nuestra casa.

Ahora, cada vez que me miro en cualquier espejo, no puedo evitar preguntarme si lo que veo es realmente mi reflejo... o algo que quiere serlo.

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